domingo, noviembre 19, 2006

Soneto XXX, por Pablo Neruda.


Tienes del archipiélago las hebras del alerce,
la carne trabajada por los siglos del tiempo,
venas que conocieron el mar de las maderas,
sangre verde caída del cielo a la memoria.
Nadie recogerá mi corazón perdido
entre tantas raíces, en la amarga frescura
del sol multiplicado por la furia del agua,
allí vive la sombra que no viaja conmigo.
Por eso tú saliste del Sur como una isla
poblada y coronada por plumas y maderas
y yo sentí el aroma de los bosques errantes,
hallé la miel oscura que conocí en la selva,
y toqué en tus caderas los pétalos sombríos
que nacieron conmigo y construyeron mi alma.

4 comentarios:

ananda dijo...

hermoso, me encanta.
me encanta neruda, de hehco hace poco me compré un libro de poesía de él...se llama sonetos de amor...andá!!!
todavía no lo leo completo, sólo algunos poemas scogidos...
ya compartiré tb esos sentires.
linda fotito además.
cariños muchos.

Patita dijo...

Cien sonetos de amor, ese debe ser el libro, es hermoso, es maravilloso, tienes que devorartelo.
De allí saque este, por supuesto.

Gracias por pasar Nan, gracias por tu cariño y paciencia.

Hipólipo de Siracusa dijo...

Hola amorcito... Este poema me gustó mucho mucho, y como tú bien sabes, lo conocí gracias a ti :D Cada vez que me acuerdo de él, me convenzo más de que está hablando de ti y de mi ¿crees todavía eso?

Vuelvo a darte las gracias mi niña por haberme regalo el libro más hermoso que me han regalado, hecho con tanto amor por ti!!! Cien sonetos y nada menos que de amor!!!

Mil besos mi amorcito... Muy linda foto también, ¿es de cuando me llevaste a Chiloé?

TAMJD!!!

Ojalá te vaya muy bien mañana en tu examen... Ya queda poco para que puedas relajarte y disfrutar de unas muy merecidas vacaciones :D

Patita dijo...

Hola amor! Sí, una de las razones por las que incluí el poema es precisamente porque es un buen recuerdo y una linda historia. Además me gusta Neruda mucho, por su profundidad, por el color de su poesía...

Te amo tb! Y ya salí de uno más, que alegría, no?