domingo, diciembre 31, 2006

Desde los afectos, por Mario Benedetti.


Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?
Que uno tiene que buscarlo y dárselo...
Que nadie establece normas, salvo la vida...
Que la vida sin ciertas normas pierde formas...
Que la forma no se pierde con abrirnos...
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente...
Que no está prohibido amar...
Que también se puede odiar...
Que la agresión porque sí, hiere mucho...
Que las heridas se cierran...
Que las puertas no deben cerrarse...
Que la mayor puerta es el afecto...
Que los afectos, nos definen...
Que definirse no es remar contra la corriente...
Que no cuanto más fuerte se hace el trazo, más se dibuja...
Que negar palabras, es abrir distancias...
Que encontrarse es muy hermoso...
Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida...
Que la vida parte del sexo...
Que el por qué de los niños, tiene su por qué...
Que querer saber de alguien, no es sólo curiosidad...
Que saber todo de todos, es curiosidad malsana...
Que nunca está de más agradecer...
Que autodeterminación no es hacer las cosas solo...
Que nadie quiere estar solo...
Que para no estar solo hay que dar...
Que para dar, debemos recibir antes...
Que para que nos den también hay que saber pedir...
Que saber pedir no es regalarse...
Que regalarse en definitiva no es quererse...
Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos...
Que para que alguien sea, hay que ayudarlo...
Que ayudar es poder alentar y apoyar...
Que adular no es apoyar...
Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara...
Que las cosas cara a cara son honestas...
Que nadie es honesto porque no robe...
Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo...
Que para sentir la vida hay que olvidarse que existe la muerte...
Que se puede estar muerto en vida...
Que se siente con el cuerpo y la mente...
Que con los oídos se escucha...
Que cuesta ser sensible y no herirse...
Que herirse no es desangrarse...
Que para no ser heridos levantamos muros...
Que sería mejor construir puentes...
Que sobre ellos se van a la otra orilla y nadie vuelve...
Que volver no implica retroceder...
Que retroceder también puede ser avanzar...
Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol...
Cómo hacerte saber que nadie establece normas, salvo la vida?

PD: Sólo porque es Nuevo Año, un especial regalo de dos poemas de mi querido Tío Mario.

2 comentarios:

Hipólipo de Siracusa dijo...

No sé por qué, tenía la sensación de que este poema ya lo habías puesto... Pero en fin, aquí está ahora.

Tanto te gustan estos versos, y lo que hay detrás de ellos, y delante también, que tenían que estar presentes ¿cierto?

Lo bueno de este poema es que hace recuerdo de muchas cosas que a veces olvidamos, y necesitamos que no hagan recuerdo.

Un abraz gigante... Te echo de menos...

Patita dijo...

Sí, era necesario. porque el Tío Mario simplemente es un hombre cuerdo, que dice lo que está a la mano. No se desdobla en "rococó" como decíamos hace tiempo... ël tiene un hablar cercano, es como si te hablara al oido, bajito, cuando caminas por la calle, cuando estás en el trabajo...

Tiene esa magia de decir lo que es importante para él, que de pronto! es importante para uno también!!!

Me gusta esre poema... me recuerda dónde poner mis ojos cuando está nublada la mirada por las lágrimas...

Gracias mil por pasar y por el comentario. Un abrazo gigante para tí tb!