jueves, octubre 26, 2006

Amor de tarde, por Mario Benedetti.


Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico
.

1 comentario:

Patita dijo...

Ivan! Muchas gracias por pasar!
Sí, creo que estaban arreglando algo en el sitio, pero al parecer todo solucionado...

Espero que hayas tenido un lindo fin de semana y que la Fefi haya tenido un lindo dá contigo... Ya tendremos tiempo de hablar.

Saludos! un abrazo grande, amigo!